Un incendio consumió un autobús en una calle de Ibiza la semana pasada. Nadie había resultado herido y los bomberos se disponían a encargarse del suceso. Pero las cosas se agravaron cuando unos vecinos intentaron por su cuenta apagar las llamas con agua. Craso error: el fuego acabó quemando seis turismos y siete motos más.
Los hechos ocurrieron el miércoles de la semana pasada en la calle dells Polls de la Platja d'en Bossa, en Ibiza, según el diario Crónica Balear. Sobre las 22.30 horas, la Policía local recibió el aviso de que un autobús estaba en llamas en la calle. El fuego se había originado por un fallo en el sistema eléctrico.
Varios vecinos intentaron apagar el incendio con cubos de agua y con una manguera para riego. Pero el agua, unida al combustible, provocó una deflagración que permitió que llamas avanzaran calle abajo como si de un río de fuego se tratara, quemando motos y coches aparcados en las inmediaciones.
Los expertos apuntan que un fuego en el que haya combustible no se debe tratar de apagar nunca con agua. Debe emplearse polvo seco como el de un extintor y, si no hay uno cercano, esperar a que lleguen los bomberos para hacerse cargo.
En este caso, el incendio terminó por calcinar, además del autobús, motocicletas y coches aparcadas cerca y fue necesario el desalojo de toda la calle.
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